Hace mucho tiempo en un
pueblito muy abandonado, habitaban un grupo de varones y una sola
chica llamada Caro.
Su papá y su mamá habían
muerto apenas tuvieron a su hermano Mati de dos años.
Todas las mañanas los
mandaban a cazar animales, a ellos no les gustaba matar, pero los
obligaban.
Un día estaban yendo al
bosque a cazar y escucharon una voz que decía…
- No cacen más, no cacen
más-
- ¿Quién sos?-
preguntaron.
- Soy el padre de todos
los animales y me contaron que los matan- respondió la voz del
cielo.
- Sí, pero no es nuestra
culpa, nos obligan- dijo Caro.
- Yo se quién los puede
liberar- se escuchó.
- ¿Quién?- preguntaron.
- El sol con su luz-
- ¿Cómo?- exclamaron.
- Averígüenlo-
Días después, llamaron
al sol.
- Sol, sol, sol- gritaron
los dos a coro.
Nadie respondió y dijeron
de nuevo.
- Soool-
Y de pronto una luz que
encandilaba apareció y les preguntó:-¿qué quieren?-
- Queremos que nos liberes-
dijieron los dos.
- ¿De qué?- preguntó.
- Del grupo de varones que
nos maltratan- respondió
- Bueno-
Entonces una luz que
brillante los alumbró y los transformó en mariposas.
- Gracias- dijieron los
niños y salieron volando y revoloteando felices del pueblo.
Finalmente cada vez que un
niño trata de matar a un animal, estas mariposas evitan que lo
hagan, girando a su alrededor y haciéndoles cambiar de opinión.
Leyenda escrita por Ana D., de 7° A
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